viernes, 17 de agosto de 2012

BRASIL: Paralizada la construcción en el Amazonas de una de las mayores presas del mundo

La Justicia brasileña ordenó ayer paralizar las obras de la hidroeléctrica Belo Monte, una gigantesca construcción en medio de la selva amazónica, que está destinada a ser la tercera del mundo, porque «no se consultó a los indígenas antes de empezar las obras».

El Tribunal Federal de la Primera Región, con sede en Brasilia, identificó irregularidades en el proceso de autorización de la obra y en el Congreso.

Belo Monte comenzó a ser construida en marzo del año pasado en la localidad de Altamira (Pará), pese a la resistencia de los indios, agricultores, pescadores y ecologistas, preocupados por su impacto en la Amazonia.
La decisión de suspender las obras fue tomada por una petición del Ministerio Público del estado de Pará, que cuestionó que se declarara la «constitucionalidad» del proyecto sin tener en cuenta la opinión de los todos los miembros de la máxima corte de Justicia que aprobó el proyecto y que denunció también que el Congreso actuara de manera irregular para avalar la obra, sobre todo porque no escuchó la opinión de los indígenas.

El magistrado Antonio de Souza Prudente, del Tribunal Federal y defensor de la tesis de que las comunidades indígenas deben ser escuchadas en el caso de Belo Monte, explicó ayer que su fallo no se opone a los programas de desarrollo del Gobierno, sino a los «procesos dictatoriales», en referencia a los trámites de la hidroeléctrica. Souza Prudente sostuvo que el medio ambiente no puede verse afectado «por intereses empresariales ni ser dependiente de motivos de índole meramente económica». Violar la sentencia del tribunal supondría una multa diaria equivalente a unos 250.000 dólares a la empresa Norte Energía, responsable de las obras.

La hidroeléctrica de Belo Monte, localizada en los márgenes del Río Xingu, en el estado de Pará, es uno de los mayores proyectos de la presidenta Dilma Rousseff. La decisión de ayer es una victoria de las comunidades indígenas de la región, que vienen recorriendo el mundo en busca de apoyo internacional después de ser desatendidos por el Gobierno y el Congreso brasileños.

Prostitución
La construcción de la presa ha alterado a toda la región. La ciudad de Altamira, cercana a las obras, recibe inmigrantes en busca de un nuevo El Dorado. Ha triplicado su población sin tener la infraestructura suficiente y ahora reinan allí la prostitución y la violencia. La gigantesca represa, que no operará antes de 2014, inundará un área de 503 kilómetros cuadrados, lo que afectará directa e indirectamente a 66 municipios. Será la tercera del mundo después de la china Tres Gargantas, y de la brasileño-paraguaya Itaipú. La decisión de ayer es recurrible. Norte Energía aún no se ha pronunciado sobre lo que hará. (ABC.ES)

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